Situado en la zona de San Nicolás, lleva abierto un montón de años. Como restaurante lo más típico de él es la carne de buey a la piedra. Pero hablaremos de cañas y tapas.
Local antiguo, con madera y tal aunque quizás algo viejo, tiene terraza, muy aconsejable en temporada. No muy amplio y un tanto oscuro. Los aperitivos más típicos son la chapata (un trozo de chapata rellena de bonito y pimientos, por ejemplo, aunque las hay de otras cosas), tartaleta (un trozo de pan similar al hornazo, relleno de fiambre, también otras variedades), y el aperitivo "estrella": la hamburguesita de carne de buey (con pan de chapata. Mejoraría con pan de hamburguesa o minipan). Por supuesto que hay más aperitivos, esos son los más típicos del Grand Prix. El caso es que los aperitivos no están mal, bastante bien de cantidad, por poner un ejemplo la hamburguesita de buey está muy bien para ser un aperitivo. En fin, es Ávila, y en esta ciudad no te quedas con hambre, está claro.
Pedimos una limonada típica de Ávila (era Semana Santa) y no fue de nuestro agrado. Los mostos son de botella grande, por lo que no salen tan caros como en otros bares que te ponen una botellita individual. Punto a favor.
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Dos minihamburguesas de carne de buey |
El servicio no es para tirar cohetes, pero tampoco ninguna queja. El sitio no queda enmarcado en zona de tapeo, pero tampoco es de difícil el acceso, cerca de él está la Taberna Emiliano, y el bar San Nicolás, por ejemplo.
En su conjunto no está mal para conocerlo y luego poder comparar con los demás sitios de tapeo de esta ciudad. En 2014 el precio de la caña con aperitivo está en 1'60 €.
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